Luis LÓPEZ MARTÍN A principios del s. XX, con la herencia empirista recibida de siglos anteriores, el llamado Círculo de Viena comenzó a debatir sobre los criterios de demarcación en ciencia, esto es, sobre la frontera que debía marcar la diferencia entre lo que era considerado ciencia de lo que no, una cuestión central en filosofía de la ciencia que llega hasta nuestros días. Este grupo se enmarcó en la corriente conocida como neopositivismo y defendió la unidad de todas las disciplinas científicas en torno a un único sistema de demarcación de la ciencia, que debía hacerla avanzar: el verificacionismo.
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Luis LÓPEZ GALÁN Jürgen Habermas (1929) es uno de los pensadores que más ha influido intelectualmente y también internacionalmente por su dilatada trayectoria y obra. Suyas fueron contribuciones como la teoría de la acción comunicativa o la ética discursiva, y estos fueron hitos de gran importancia en la teoría social y en lo que denominamos como “filosofía práctica” en nuestra era. Si estamos en un tiempo que se ha venido llamando “postmetafísico”, el trabajo de Habermas a este respecto ha sido el de tratar de llegar a una filosofía que pueda adaptarse a las nuevas circunstancias y también que las fundamente; una teoría social de carácter práctico que vincula su pensamiento con las tradiciones del marxismo en Occidente y con las ideas de los pensadores de la Escuela de Frankfurt.
Luis López GALÁN Durante el siglo XIX, en plena Ilustración, se produjo un hecho que marcaría la investigación venidera en el campo de la física: la unión entre la electricidad y el magnetismo que, devenidas ahora en electromagnetismo, se habían estudiado hasta entonces siempre por separado. Esta unión daría como resultado diversos estudios y teorías que llevarían a una cumbre a principios del siglo siguiente, cuando un joven científico, que en aquel momento trabajaba en la oficina de patentes de Berna y como profesor particular, fue enviando una serie de artículos a la revista alemana Annalen der Physik. Esos textos, sin que él todavía lo supiera, habrían de influir de manera considerable no solo en la física, sino también en el modo en que la humanidad concebía el mundo, pues se convertirían en el germen de la relatividad y la teoría cuántica. Ese científico era Albert Einstein (1879-1955), quien se elevaría al nivel histórico de los más grandes y revolucionares científicos; la manera teórica por la que entendíamos la realidad hasta ese momento cambiaría para siempre. De hecho, cien años después de su llamado Annus Mirabilis, la Organización de las Naciones Unidas le conmemoró marcando el 2005 como Año Mundial de la Luz y la Física.
Luis LÓPEZ GALÁN Era temprano, una mañana fría en el oeste de Londres, y acababa de iniciarse el año 2022 con un sol tímido entre las sepulturas victorianas del cementerio de Brompton. A pesar del gélido amanecer, el restaurador S.D. se adentró entre los dos grandes templetes que escudan la entrada al camposanto antes que el resto de los transeúntes en aquella jornada festiva, esperados en amplias multitudes al tratarse de un lugar abierto, al aire libre, y, por tanto, un escape para los londinenses que en aquellos días habían asistido al recrudecimiento de una pandemia planetaria que obligaba a acortar las distancias sociales entre viandantes.
Luis LÓPEZ GALÁN Artículo A pesar de que la vinculación entre las personas y la sociedad —o la disparidad entre las pulsiones de las personas y los requerimientos de la cultura en cuanto a ellas— es algo explorado por Freud a lo largo de su vida, en el El malestar en la cultura se adentró en el asunto de manera pormenorizada. Escrito en 1929, es este el estudio en el que con más rigor trató de poner en evidencia los ideales de la cultura y las adversidades de la vida humana.
Luis LÓPEZ GALÁN Artículo La ética griega, en las etapas iniciales de la Filosofía, consistió en hallar la excelencia de las personas, por lo que la denominamos una ética de las virtudes, al provenir “virtud” del griego areté, que significa, de hecho, la excelencia de una cosa; lograrlo, alcanzar esa virtud, era la meta, el fin de la ética. Por eso, hablamos de un planteamiento teleológico, que busca un determinado fin.
Luis LÓPEZ GALÁN Artículo Escribir, cantar, crear para la tierra de uno, para la raíz que nos conecta al mundo, no es asunto sencillo y, sin embargo, es del todo natural. Al mirar atrás me convenzo de que esta «raíz de nuestra existencia» tiene mucho que ver con nuestros primeros años de vida. Como dijo María Elena Walsh: «el idioma de infancia en un secreto entre los dos», entre nuestra tierra y nosotros mismos, y mi infancia transcurrió entre los resplandores de las lozas de los jardines en Talavera de la Reina, la Ciudad de la Cerámica.
Luis LÓPEZ GALÁN Artículo «Todo lo que se mueve es necesariamente movido por algo»; comienza el libro VII de la Física de Aristóteles, su formulación de la idea de movimiento que va a llevarle, en último término, a una culminación portentosa: los principios de Acto puro y Primer Motor Inmóvil, los mismos que conforman la idea aristotélica de Dios como concepto filosófico, pero ¿cómo llega Aristóteles hasta esa cima? Los escalones en su pensamiento formaron una escalera de teorías que le llevaron a culminar en un primer motor que, sin ser movido, mueve al mundo, que es sustancia primera y, para él, es Dios; un dios que se diferencia de las distintas ideas que hemos adquirido desde su época y hasta nuestros días, ya que «ningún lector contemporáneo de Aristóteles se atreve ya a atribuir al Estagirita tesis creacionista alguna». (T. Oñate, Para leer la Metafísica de Aristóteles)
Luis LÓPEZ GALÁN Artículo publicado en El vuelo de la lechuza, diciembre 2021 Una tarde de octubre de 1945, los alrededores del parisino club Maintenant hervían con un público impaciente a la espera de la apertura de puertas del local; la Segunda Guerra Mundial había terminado y la fila de gente aguardaba con temple para asistir al discurso de un Jean-Paul Sartre que, cuando llegó el momento, necesitó abrirse paso entre la multitud a empujones y con alguna que otra silla rota a su alrededor. Ya sea mito o realidad lo que ocurrió entre el gentío aquella tarde, lo cierto es que ese discurso de Sartre en Paris se acogió con expectación y se entendió como un propósito: el de buscar una reflexión independiente, una nueva meta moral que se diferenciara de la metafísica tradicional y de las dos grandes corrientes de su tiempo, comunismo y cristianismo. Su discurso surgió desde una base concebida previamente, que se creó para simplificar de alguna manera lo que él ya había expuesto en la obra “El ser y la nada”.
Luis LÓPEZ GALÁN Artículo Los laberintos de la etimología suelen llevarnos a callejones a priori desconocidos para nuestro modo habitual de hablar; existen términos, palabras, que utilizamos sin atender a su significado o procedencia hasta que, de súbito, su significado o procedencia nos rodea y cambia la perspectiva.
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